miércoles, 17 de diciembre de 2008

Influencia náhuatl e inglesa

Influencia Náhuatl
En la diferenciación del español de México influyó el sustrato indígena, principalmente náhuatl, sobre el que se depositó la lengua castellana. Sin embargo, si bien en el léxico su influencia es innegable, apenas se deja sentir en el terreno gramatical. En el vocabulario, además de los mexicanismos con los que se ha enriquecido la lengua española, como tomate, hule, chocolate, coyote, petaca, etcétera; el español de México cuenta con muchos nahuatlismos que le confieren una personalidad léxica propia. Puede ocurrir que la voz náhuatl coexista con la voz española, como en los casos de cuate y amigo, guajolote y pavo, chamaco y niño, mecate y reata, etc. En otras ocasiones, la palabra indígena difiere ligeramente de la española, como en los casos de huarache, que es un tipo de sandalia; tlapalería, una variedad de ferretería, molcajete, un mortero de piedra, etc. En otras ocasiones, la palabra náhuatl ha desplazado completamente a la española. tecolote, atole, milpa, ejote, jacal, papalote, etc. Son muchos los indigenismos que designan realidades mexicanas para las que no existe una palabra castellana; mezquite, zapote, jícama, ixtle, cenzontle, tuza, pozole, tamales, huacal, comal, huipil, metate, etc. Hay que hacer notar que la fuerza del sustrato náhuatl cada día hace sentir menos su influencia, ya que no hay aportaciones nuevas.

Nahuatlismos muy frecuentes: aguacate, cacahuate, cacao, coyote, cuate, chapulín, chicle, chocolate, ejote, elote, guachinango, guajolote, huarache, hule, jitomate, mayate, mecate, milpa, olote, papalote, petaca (por maleta), piocha, zopilote.
Nahuatlismos medianamente frecuentes: ajolote, chichi (por pecho femenino), jacal, xocoyote (benjamín), tecolote, tianguis, tlapalería, zacate.
Otros indigenismos: butaca, cacique, caimán, canoa, colibrí, chirimoya, naguas, guayaba, huracán, iguana, jaguar, jaiba, jején, loro, maguey, maíz, mamey, maní, papaya, piragua, tabaco, tapioca, yuca.

Influencia Inglesa
México tiene una frontera de más de 2,500 kilómetros con los Estados Unidos, recibe cada año gran afluencia de turistas norteamericanos, cientos de miles de mexicanos van a trabajar temporal o permanentemente al país vecino y México es, de hecho, el país con más ciudadanos norteamericanos viviendo fuera de Estados Unidos, con más de 100,000, distribuidos alrededor del territorio nacional. El inglés es la lengua extranjera más estudiada en México y la segunda más hablada después del español, más hablada aún que los dialectos índigenas autóctonos. En cambio, la corriente de anglicismos, o sea, palabras del inglés incorporadas al español, va en continuo aumento. Hay muchas palabras del inglés que se usan tanto en América como en España: filmar, béisbol, club, coctel, líder, cheque, sandwich, etc, Pero en el español mexicano se usan otros muchos anglicismos que no se utilizan en todos los países de habla hispana. En este caso se encuentran: carro, checar, hobby, folder, overol, suéter, réferi, lonchería, closet, etc. Frente a esta corriente anglicista actúa el ideal de la lengua hispánica, el afán de propiedad expresiva, el sentido de comunidad lingüístíca con los demás países hispanohablantes. Todos estos factores se dejan sentir en México con gran fuerza, por lo cual no se presenta el temor por el porvenir inmediato de la lengua.

En la región del norte de México y el sur de EE.UU., especialmente en los estados fronterizos, el español incorpora palabras del inglés de uso común: troca (truck), lonche (lunch), yonque (junkyard).

El Centro de Lingüística Hispánica de la UNAM realizó un número de encuestas en el Proyecto de estudio coordinado de la norma lingüística culta de las principales ciudades de Iberoamérica y de la Península Ibérica. En las realizadas a hablantes mexicanos de norma culta urbana el número total de anglicismos era de aproximadamente 4%. Sin embargo, en esta cifra se incluiyen anglicismos que permearon el español general hace tiempo y no particularizan el habla nacional, como son nylon, dólar, ron, vagón y otros.

Los resultados de dicha investigación se resumen en:

Los préstamos léxicos se registran en su mayoría en la clase morfológica del sustantivo.
Anglicismos de uso general: basquetbol, bat, béisbol, box(eo), cátcher, claxon, clip, closet, club, clutch, coctel, convertible, champú (o šampú), cheque, elevador, emergencia, esmoquin, exprés, fútbol, gol, hit (o /xit/), home (/xom/), jonrón, jeep, jet, knockout, líder, mitin, nylon, overol, panqué, pay (del ingl. pie), pudín, refrigerador, reversa, rin, ron, raund, set, socket, strike (stráik o estráik), suéter, supermercado, tennis, y whiskey.
Anglicismos frecuentes: bar, bermudas (por pantalón corto), bistec, capitán (de meseros), carpeta (por tapete), chequera, jockey, short, show, sport (tipo de ropa), switch, full-time (tipo de trabajo).
Anglicismos de uso medio: barman, bell-boy, box-spring, folder, grill, handicap, manager, penthouse, pullman, sprint, strapless, túnerl, velís, videotape, zípper.
Algunos ejemplos de anglicismos sintácticos, que coexisten con las variantes comunes, son:

Uso del verbo aplicar, coexiste con postularse. ("Apliqué a esa universidad" I applied to the university, en lugar de "Postulé a esta universidad")
Uso del verbo asumir, coexiste de manera no generalizada con suponer. ("Asumo que sí va ir a la fiesta", I assume he is going to the party, en lugar de "Supongo que sí va ir a la fiesta")
Uso del verbo accesar coexiste de manera no generalizada con acceder a. ("Accesa a nuestra página de internet", Access our web page, en lugar de "Accede a nuestra página de internet").
Uso del verbo "realizar" coexiste de manera no generalizada con "darse cuenta". ("Y entonces realicé que había dejado mis lentes", "I realized then i had left my glasses", en lugar de "Y entonces me di cuenta que había dejado mis lentes").
Existencia del verbo "noquear" que procede de la palabra inglesa "knock out".

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